Soy una Tonta por quererte, un autorreconocimiento a través de la ficción

Por Naela Cervantes Santamaria

Para las travestis pobres cualquier arroz sirve…
Claudia Rodriguez

Estoy sentada en una mesa de la terraza del Museo del Estanquillo, bebo mi frappé de maracuyá y al mismo tiempo termino de leer una obra que por mucho me deja ensimismada con el último relato, un cuento que me estruja y me pone reflexiva y un tanto temerosa de mi imaginable sentencia, y pienso que Soy una tonta por quererte, quizás sea el libro que me deja con un mar de emociones abiertas.

Camila Sosa Villada, escritora y actriz argentina, contiene en sus palabras un poder que su obra pareciera testimonial, que emite realidades, fantasías y deseos que te estrujan la barriga al leer los cuentos que nos ofrece. En total nos embelesa con nueve cuentos, nueve sentires y emociones distintas que parecerás un peregrino persiguiendo las peripecias de cada personaje y sus impactantes acontecimientos que te dejarán con varios sabores de boca.

Soy una tonta por quererte es un libro que se degusta desde distintos horizontes, yo por ejemplo devore cada palabra desde mi vivencia como mujer trans y a cierto grado me apropié de cada oración y las historias se vieron reflejadas en mis propias experiencias y me volví Cotita juzgada por su sodomia o Martincito un pequeño “diferente” que anhela a una mascota, y así desde la ficción parece ser que los diferentes relatos nos desglosan ciertas verdades que van implícitos en la violencia, el erotismo y la tristeza de cada protagonista.

La violencia es algo que permea en la mayoría de las historias, se manifiesta desde el encarcelamiento injusto de una travesti que asesinó al agresor de su amiga o desde una abuela y su nieta preparándose para quizás el atentado más desgarrador de sus vidas, sin embargo es una violencia que se confronta y cada personaje nos muestra de la manera más aguerrida sus armas, sus venganzas y por supuesto sus resistencias.

Al escribir lo anterior respiro y le doy un sorbo largo a mi batido y con la mente fría me propongo a asimilar que no importa si eres trans o no, basta con tener agallas y poner suma atención en los mundos que se vislumbran y notar que no son ajenas a las realidades de muchas.


Sin embargo, las anécdotas y relatos no simplemente contiene hechos de salvajismo y agresión, también nos revelan lo importante que son las personas que nos acompañan en cada atolladero y entonces algunas historias se vuelven más íntimas, armoniosas y, sobre todo, acogedoras que describen momentos como la de una trabajadora sexual que al ganar algo extra invita a toda su barriada a disfrutar de una buena plática y de unos scones caseros (receta familiar), o de igual forma la amistad entrañable de Ava y María, dos travestis estilistas del Harlem, que al parecer son como uña y mugre, son por decir algunos de los casos más peculiares que nos revela la autora.

Ya es tarde y empieza un frío ligeramente soportable, sigo en la terraza y la tarde me ayuda digerir lo leído, lo reflexionado y llego a entender que he saboreado cada historia de una forma particular y tan personal que pienso que Soy una tonta por quererte de Camila Sosa Villada es una obra exponencial de las Trans-literaturas, y, a manera de reflexión, las letras disidentes de esta obra manifiestan que a través de la ficción nos deja claro que se puede testificar realidades que permiten conciliarse con experiencias particulares.

Por fin me acabo lo poco queda de este frappé, ya casi es hora de que cierren el museo y me estoy preparando para irme, guardo mi libro con mucho cuidado ya que mi bolsa es un desorden y me levanto de la silla, camino hacia la escalera y la gente me pone atención, me dejan caer sus miradas inusuales, yo acostumbrada coloco una ligera sonrisa y postro mi mirada al frente, llegó por fin a las escaleras y respiro, como todas lo hacemos.