No llega solo ella, llegamos todas: carta a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo

Por Yuliana Guadalupe Zuarth Esquinca

Le quiero contar a las mujeres de México (las que ya no están, las que estamos y las que estarán) lo que estamos viviendo hoy.

Espero que esta carta llegue al convento donde hace años se encontraba Sor Juana Inés de la Cruz, cumpliendo con unos votos que no fueron su primera elección, solo para poder estar cerca de los libros y para desarrollar su pasión por la escritura, hoy le quiero decir que su resistencia, valió la pena.

También espero que llegue a aquella sala de Bellas Artes donde Rosario Castellanos daba una conferencia y decidió no publicar su libro “Rito de iniciación” por las duras críticas de sus colegas, o tal vez a su cuarto donde escribía “Mujer que sabe latín” y “Álbum de familia”, intentando derribar los estereotipos patriarcales que nos impedían hacer y ser todo lo que soñábamos, porque pesaban más la sumisión y las obligadas tareas del hogar.

Espero que llegue a la colonia Guerrero de la CDMX donde María Antonieta Rivas Mercado soñaba poder participar activamente en la política de su país e impulsaba acciones de promoción cultural y voto de las mujeres, no sin antes tener que pedirle permiso a su padre o sus parejas sentimentales, quienes tomaban las decisiones.

Espero que llegue a los ojos de Marcela Lagarde y sepa que aquel camino de sororidad que un día trazó para nosotras en las páginas de sus libros, está dando frutos.

también, que llegue a las consciencias de las mujeres que llevaron a cabo congresos, foros, seminarios y protestas para garantizarnos nuestro derecho a votar y ser votadas.

Espero que resuene en los corazones de las mujeres que se organizaron y dejaron atrás sus diferencias partidistas para impulsar que la paridad de género en las candidaturas fuese al principio una cuota, y hoy un mandado constitucional.

Que llegue a las manos de todas las estudiantes que caminan por las Universidades de México, sobre todo de la UNAM, por donde transitó la que será nuestra primera mujer presidenta de México.

Espero que llegue a todas ellas, porque sin su camino, no podríamos estar viviendo lo que pronto sucederá:

Claudia Sheinbaum Pardo, está a punto de lograr lo que todas ellas y nosotras un día imaginamos: que México tiene a su primera mujer presidentA, así con A.

Porque no somos débiles, porque tenemos voz y decisión, porque hacemos política desde la horizontalidad y porque tenemos claro que México está a punto de hacer tangible una conquista del feminismo, de las mujeres y de aquellas consciencias progresistas que creen en la igualdad, la justicia, la paz, la congruencia, la honestidad y la guía de una mujer.

Doctora Claudia, no llegas sola, llegas con ellas, con nosotras y con las niñas y mujeres que un día vendrán y sabrán, que también lo podemos lograr.

Mucho éxito, estamos contigo.