Sin importar el motivo que lo orille a ofrecer una disculpa, es importante que esté convencido de hacerlo, ya que muchas veces puede confundirse con humillación o estupidez. Estar convencido de que ofrecer una disculpa es, simplemente, una oferta de paz, lo colocará mentalmente como la persona que soñó ser. Y esto es de lo mejor que le puede pasar en la vida: dar este paso lo hará madurar y crecer a pasos agigantados.
Si entendió y coincide con que ofrecer una disculpa es lo que quiere, por el bien de su vínculo y su crecimiento emocional, siga leyendo.
Es muy importante que diferencie entre OFRECER y PEDIR una disculpa. Si usted es el ofendido, PIDA o EXIJA una disculpa, si realmente no puede gestionar de ninguna manera lo que le hicieron. Si usted es el ofensivo, OFREZCA la disculpa al disculpante.
Primero, debe reconocer lo que hizo. Dese la oportunidad de pensarse a sí mismo como un ente fuera de sí, como alguien que cometió el acto que implica la culpa por la que debe disculparse. Desde su sistema más profundo de valores, piense, analice y reflexione de manera sincera si usted sería capaz de perdonar a alguien que le hubiera hecho lo mismo que usted hizo. Si la respuesta es no, deje de leer estas instrucciones. Si la respuesta es sí, apunte en una hoja con tinta verde (importante que sea tinta verde esperanza) cómo le gustaría que le ofrecieran una disculpa. Recuerde: debe reconocerlo ante usted mismo.
Permita que su voz interior le diga lo estúpido que ha sido ante la cagada de situación que se acaba de mandar.
Traiga a la memoria esa acción que lo llevó a la culpa y el remordimiento, o ese instante en el que se quedó impávido ante la situación que lo colocó como un monstruo, y por la que quebró, fracturó o se desvinculó por completo del disculpante.
Lleve a cabo la recreación de los hechos en el pensamiento; si es posible, hágalo en privado, para que su voz interior le remarque de manera contundente el error que ha tenido.
Posterior al reconocimiento, tómese un tiempo —no más de 48 horas— para no seguir ofendiendo con indiferencia a la persona a la que le debe una disculpa. Durante este tiempo, piense en la forma, el tono de voz, el día y el medio por el cual comunicará su disculpa.
Recuerde que, para que surta efecto, la disculpa debe hacerse en persona, mirando a los ojos fijamente y, si se puede, sosteniendo la mano del disculpante.
Si el agravio fue de alto grado y usted no tiene cara para presentarse frente a esa persona, recuerde que puede utilizar como inicio de la disculpa esa misma sensación. Ejemplo: —»No tengo cara para verte, pero te escribo este mail, mensaje o te dejo esta nota de voz para OFRECERTE una disculpa por (situación), que hice el día (coloque el día), misma con la que no puedo continuar mi vida moral, porque mi sistema de valores me impide mostrarme así ante el mundo sin ofrecer una disculpa».
Recuerde también que al solicitar hablar con el disculpante debe ser flexible en cuanto a horarios, fechas y disposición de tiempos de la otra persona.
Si el disculpante no quiere volver a tener contacto con usted, NO INSISTA. REPITO: NO INSISTA si el disculpante no desea tener contacto por ningún medio o bajo ninguna circunstancia con usted. Acuda a terapia psicológica de inmediato, y no moleste al disculpante el resto de sus días.
El punto más importante de estas Instrucciones para ofrecer una disculpa es que usted debe asumirse como una persona que está creciendo, un ser humano con sentimientos, que puede equivocarse. Aquí es donde debe ingerir un frasco de valentía, de preferencia del que se cultiva en las resbaladillas de los parques de su infancia.
Si no tiene valentía de la infancia, puede recurrir a una fotografía de su yo infante, una donde usted mismo se cause ternura. Obsérvela por varios minutos, hasta que sienta ese jalón en el pecho, ese que le indica que está profundamente identificado y conmovido por usted mismo.
Recuerde que ofrecer una disculpa no vale si no tiene la intención de resarcir el daño. Las disculpas se ofrecen y van acompañadas de buenas intenciones, humildad, abrazos sinceros y de la pregunta: ¿Cómo puedo resarcir lo que hice?
Si no está dispuesto a hacer esta pregunta, o a actuar bajo las peticiones del disculpante, puede quedarse en la sala de su casa o, en el mejor de los casos, en el sillón de su terapeuta.
Cuando reciba la respuesta y condiciones del disculpante para resarcir los daños, debe comprometerse ante usted mismo. Dar su palabra a esa persona de que cambiará, modificará o hará algo con lo que la disculpa quede sellada, y exigir que, después de dicho acto, no se vuelva a tocar el tema para evitar convertirlo en herida.
Recuerde que, para estar seguros de que el daño quedó resarcido, necesita comunicar el inicio del acto de resarcimiento y el final del mismo al disculpante, esto para evitar venganzas y malos entendidos.
En el caso de que el disculpante ya no habite este mundo, puede realizar un ritual de sanación. El ritual puede ser religioso (quedan prohibidos los rituales de brujería, satánicos o que incluyan sacrificios humanos o de animales). También puede hacerlo mediante hipnosis.
Otro acto que cuenta como disculpa para los muertos es ayudar a sus seres queridos y comunicar que lo hace para ofrecerle una disculpa o para honrar su presencia y paso por la vida de aquella persona que ya no está en este plano.
Si logra soñar con el disculpante, recuerde que usted es el amo de su mente y puede, en el mundo onírico, ofrecerle una disculpa cuidando al disculpante de accidentes, muertes o catástrofes. En caso de soñar con el disculpante en situaciones peligrosas o pesadillas, recuerde que puede despertar. Si es inevitable, cuando regrese del mundo onírico, debe escribir en su diario de sueños UNA CARTA DE DISCULPA. No es necesario, ni recomendable, que se ponga en contacto con el disculpante para contarle que soñó con él o ella.
Recuerde que, en el caso de tener que disculparse con mejores amigos, debe recurrir a la memoria del corazón y recordar la peor y la mejor situación por la que han pasado, seguido de un: TE OFREZCO UNA DISCULPA en nombre de todo aquello que hemos vivido.
Si la disculpa es para hermanos varones, puede comenzar con un ligero golpe en la cabeza, a manera de zape, seguido de un: OYE, TE QUERÍA OFRECER UNA DISCULPA POR:
Si el caso es hermanas mujeres, debe recurrir a reconocer algo que jamás haya reconocido de su hermana, seguido de un:
OYE, MANIS, TE QUERÍA OFRECER UNA DISCULPA POR:
En el caso de tener que ofrecerle una disculpa a una mascota, recuerde que debe agacharse a su altura, tomar su carita y decirle, mirándolo(a) a los ojos, que lo ama, y que a veces, la caga; que le ofrece una disculpa por aquello que hizo. Luego, ofrezca un hueso fresco, premio o paseo. No olvide llevar una pelota para que, a través del juego, logre disculparse.
Siga estas instrucciones si su sistema de valores es sólido, si usted es empático, si se considera una buena persona, o si desea hacer una ofrenda de paz en medio del caos que ha creado con su indiferencia o acciones arriesgadas.