“Terrestre”  la nueva novela de Cristina Rivera Garza 

Amor por la compañía y la amistada femenina


Por Margot Cortázar 

El escenario del Foro del tejedor, se vuelve el escenario esperado y caluroso de un día de primavera húmedo y soleado. Parece que el sol del medio día tiene una inclemente ventana por la que se cuela todo el calor de la ciudad y, los más de 100 asistentes a la presentación de TERRESTRE, lo recibimos sin chistar, como si fuera un pago por aquello que vamos a escuchar. 

Hace muchisimo calor. Nadie habla del clima, todos nos vemos unos a otros con caritas de emoción y complicidad.

Un poderoso trío sube al escenario: Monica, Cristina y Ave. Cristina menciona el calor y todos soltamos un suspiro, como si nos hubiéramos quitado una mochila pesadísima o una faja asfixiante. Comienzan a salir los abanicos de todos lados. 

Alguien del público dona un abanico al escenario para que a Cristina le llegue de manera modulada nuestro calor.

El abanico que parece sacado de un cuadro del barroco, va y viene entre las manos de Mónica Nepote, Cristina Rivera Garza y Ave Barrera, el abanico no solo sirve para calmar el calor húmedo que sube al escenario,  calma el ambiente y relaja esa tensión entre autor y público. 

El suave pero apresurado movimiento de muñeca al abanicar, marca una cadencia entre las intervenciones de ellas y entre el tono de voz en cada participación. 

Efectivamnete, se siente como si todos los presentes viajaramos en un auto enorme, rumbo a alguna playa del pacifico, en un vehiculo sin aire acondcioando. 

El clima me recuerda los viajes de verano con mis padres, cuando ellos manejaban en carretera e iban hablando de libros que no había leído.

La sabiduría de las ponentes y la curiosidad por saber algunos secretos que solo se saben en las presentaciones de libros, nos pone más atentos que calurosos. 

Me olvido del calor y me concentro en la dicción casi perfecta de las tres escritoras. 

El trío de mujeres hipnotiza a las audiencias  con sus reflexiones sobre cómo ser testigos de nuestro propio futuro y cómo nos habitamos por dentro y por fuera. 

Procuro grabar en audio para no perder ningun detalle.

 Cristina  Rivera Garza, dice:

Comparto estas palabras y espero que sirvan. Voy a hablar un poco porque ya me pueden oír, me he quedado ronca, hace dos días me quedé sin voz y tuvimos que cancelar todo y me quedé encerrada haciendo voto de silencio para tratar de estar bien, para hoy. Miren, si puedo hablar.!  Eso ya me tiene muy contenta y feliz de la vida de estar aquí entre dos  amigas escritoras preciosas, talentosísimas de Guadalajara ambas. Eso si no lo había previsto. Mónica y Ave ganadoras de premios, estoy orgullosísima de estar aquí en su compañía. Estoy muy  feliz y yo sí les voy a contar historias.  Es que ahora, estoy pensando que son las perfectas madrinas del libro porque a las dos,  les encanta andar del tingo al tango como pata de  perro y  con las dos  he tenido conversaciones largas, así como decías (se dirige a Mónica) hace rato, como que nos vamos pero después eventualmente regresaremos, déjenme contarles más dos cosas«.

«Me acabo de enterar que hay gente acá arriba. (Voltea a la párate superior del foro)  no  sabía, ( se dirige a su audiencia, varios gritos y aplausos) pensé que era más  chiquito pero está bien, muy bien, gracias. ¿ saben?  que yo le digo,  maestra Nepote, a Mónica. Yo le digo maestra, Nepote porque hace algunos años,  tú estabas trabajando de editora de Tierra y un día yo te fui a ver y  le digo a Mónica:

  • ¿Qué es eso de que en México a todo mundo le dice el maestro, maestro venga para acá.

Mónica me dice:

  • no sí eso es eso es muy molesto, pero si  es muy vertical. 

Me quedo viendo así, como no, pero es que yo soy doctora Mónica entiende en lugar de apelar a la falta de verticalidad estaba yo como que no, que no me diga maestro si yo soy doctora. (Bromea, risaas) 

  Entonces, Mónica sabe que es un juego, ahora le digo maestra Nepote,  después decíamos que los hombres cuando se presentan entre ellos, siempre es en el inmenso no sé qué, el maestro no sé qué entonces, desde hace años,  hicimos el pacto de llamarnos así en público.  Aunque ahora, también,  lo hacemos en privado nos referimos a las dos como maestra, Cristina 

(Interrumpe, Mónica) Más bien Doctora Rivera Garza (risas)  entonces eso me da mucha risa porque es una complicidad.

 La Última Vez que platiqué con con Ave Barrera estábamos en Monterrey y teníamos una larga discusión, súper rica, aderezada con una que otra copilla por allí, esta sobre el poliamor. ¿Qué les parece?  El poliamor y  las diferencias entre el poliamor el amor libre, la monogamia serial y una serie de términos que habría que dejar clarísimo. Las adoro, gracias por estar aquí gracias por vender el libro y qué bueno me da mucho gusto que que el libro les haya hablado directamente a ustedes.  Este libro es el primero, lo hemos publicado entre otros libros. Entre “El invencible verano de Liliana” y este pero este es el libro original digamos los otros han sido reediciones y yo creo que tiene que ver con lo que decías Mónica, ponerse a  escribir y pues me me costó mucho trabajo emocionalmente, también literariamente y conforme fui hablando con muchas de sus lectoras y lectores muchos de ellos jóvenes me di cuenta que que fui descubiendo y viendo como una especie de deuda, ¿no? De yo también, hablar de todas estas chicas de la misma generación de Liliana, quienes no cayeron en manos de feminicidas qué les pasó a todas estas mujeres jóvenes que nos fueron abriendo camino a cuyo arrojo y valentía les debemos en gran gran medida. Y también, en el mundo que tenemos ahora, y yo creo que es importante hablar de la violencia y hablar del feminicidio porque como sabemos hay una impunidad reinante incluso hasta el día de hoy pero, mal haríamos si no recordamos al mismo tiempo, la valentía al goce, al disfrute de muchas de estas mujeres aguerridas, convencidas que han participado y han hecho, y han informado. Por ejemplo, parte de los múltiples movimientos feministas que han sido centrales para la conversación pública en México y a lo largo de Latinoamérica yo veo estas mujeres jóvenes, estas viajeras como Ave y como Mónica y como ellas mismas. Y cómo exixten desde ese tipo de de arrojo y a veces sin convicción y sin principio.

 No sé, por quñe los hacian, o lo haciamos, todavía era posible porque en ese momento pedir un aventón no implicaba una pena de muerte. (mira a Ave) No, tienes razón, tampoco se podía porque a veces así es la condición de esos años, no sé, si lo he dicho varias veces en en público. La única ocasión en que somos verdaderamente inmortales es durante la adolescencia y cuando uno es inmortal pues cuando vas a tenerle miedo a la muerte, no estás ahí, estás protegida por todo y un poco de estos personajes creo que avanzan por sus mundos con esa sensación de que tienen un pacto con esta protección que de alguna manera van a poder salir de problemas.

Existen en sus caminos siempre en un estado ominioso, como el  peligro y siempre hay posibilidades de caer y en el libro también lo mencionaba. 

También, está la cuestión de la amistad yo creo que es algo que recorre el libro de entrada y la amistad está como tópico pero también yo creo que está como estilo, creo que, poner la idea esta de que hacemos cosas juntas o juntos; ponerse a escribir desde ahí desde esta juntura, desde este saberse acompañado, con todo lo que implica ponerse de acuerdo, es difícil cuando vamos  a viajar, cuando estamos de viaje es de las cosas más complicadas por eso dicen que a la gente lo conoces, en la cárcel no y en el hospital y en el viaje una cosa así, porque ahí es donde nos ponemos a prueba tenemos que negociar un montón de cosas y yo creo que eso es también parte fundamental de la amistad poner eso como estilo.

 Yo creo que es es es el arsenal de formar también, el libro. Hay relatos que están en plural de la tercera persona. Es la primera del plural, nosotros, hay relatos que se dirigen, con perspectivas distintas, hay cambio de perspectiva hay cambio de tiempos o sea yo creo que todo eso forma parte de de algo que he estado llamando no ficción especulativa nada más por ir en contra de las cosas.  Lo que está de moda ahorita, es que todo mundo escribe ficción especulativa de eso se trata yo dije bueno, pero en estos relatos, yo tuve que recurrir a documentos y a investigación o sea anduve ahí, merodeando en mis diarios, mis apuntes, le hablé a amigas del pasado para decir, oye, ¿si hicimos esto, verdad? ¿sí nos pasó aquello? eh y eso le llamo yo investigación de campo. Y fíjense, qué bonito, ¿no? Qued bonito, es escribir sobre la amistad, requiere un poco de retomar esas relaciones de relaciones, como decías, Mónica y eso es lo que para mí, es la parte de no ficción”.

Cristinba se ve comoda, le gusta compoartinos algunos secretos de como fue escribir “Terrestre”. 

Terrestre nos sitúa en un viaje íntimo y profundo y sobre el lugar que ocupamos en este planeta. Es también, una reflexión sobre los viajes, el propio y los que hacemos en conjunto, con la familia y con los amigos, es un tremnedo recorrido entre las amistades femeninas, los recorridos que se caminan y aquellos que solo se imaginan, sobre los caminos deseados, las amistades como un recorrido de vida. La vida y la conciencia de esas vida, como un camino que se sigue y que se surca. 

Critina Rivera Garza, autora, traductora y crítica, una autora admirable.

 Lo más bonito de tenerla cerca y de poder escucharla es que entiende el lenguaje, la investigación y la auto-investigación conciente a través de los diarios y de las libretas de trabajo nos crean coincidencia sobre el resto, los contextos en los que nos movemos y sobre todo sobre le lugar que nos damos y ocupamos en la vida y este planeta, para sentirnos con pertenencia y mucho más terrestres.