La tarde cae sobre la Ciudad de México con esa luz dorada que solo el fin del invierno puede ofrecer. El Parque México hierve de corredores y paseadores de perros, los cafés de la Condesa comienzan a llenarse, y yo camino con paso tranquilo hacia la librería Rosario Castellanos. Este lugar, más que un refugio para lectores, es un punto de encuentro para las ideas que se resisten a morir. Ya me es una costumbre.
Nayelli Maldonado ya está ahí cuando llego. Sonríe con la seguridad de quien conoce bien su camino. Nos conocemos desde hace tres o cuatro años, lo suficiente para entender que el trabajo en equipo se construye con confianza, no con contratos. Hemos coincidido en proyectos, en ideas, en la obstinación de hacer que las cosas pasen. Hoy, sin embargo, es diferente. Hoy, Nay de Antídoto presenta el Programa Escalando Pymes, su nueva apuesta: un programa integral que no solo promueve estrategias comerciales, sino que propone soluciones reales para las pymes, ese motor invisible que sostiene a millones de familias en México.
Nos acomodamos en uno de esos sillones donde el tiempo parece diluirse entre conversaciones. Hablamos del proyecto, de su esencia, de cómo el país está lleno de pequeños empresarios con grandes ideas, pero sin las herramientas necesarias para hacerlas perdurar. Escalando Pymes no es solo una estrategia de marketing, es un salvavidas para negocios que, entre trámites interminables, crisis económicas y una competencia feroz, muchas veces se quedan a la deriva antes siquiera de despegar. Nay lo explica con la pasión de quien ha visto de cerca cómo un negocio puede ser la delgada línea entre la estabilidad y el abismo. Su programa integral no se limita a mejorar la visibilidad de una marca; ofrece planificación fiscal, contabilidad estructurada y optimización tributaria, elementos que pueden significar la supervivencia o el colapso de una empresa emergente. Es un acompañamiento personalizado, diseñado para que cada pyme deje de sentir que avanza a ciegas y comience a tomar decisiones con claridad y estrategia.
A nuestro alrededor, la librería sigue su curso. Gente hojea libros que quizás nunca compren, otros leen en las escaleras, un niño juega entre los pasillos sin saber que, algún día, este lugar también será parte de sus recuerdos. Todo sigue su curso, pero aquí, en esta mesa, algo diferente se gesta: una idea que pretende hacer ruido en un país donde lo pequeño siempre ha sido ignorado.
Brindamos con café. Porque si algo tienen en común los emprendedores y los escritores es que ambos viven a base de ideas y cafeína.
Nayelli Maldonado no está vendiendo solo una agencia de marketing. Está ofreciendo un antídoto para la indiferencia, para el desgaste, para el olvido. Y en un mundo donde lo efímero es la norma, proyectos como este merecen no solo atención, sino un espacio donde crecer y resistir.