Por Ana Gómez Calzada / Diputada local de Aguascalientes
Tras las elecciones judiciales del 1 de junio de 2025, se marcará el inicio de una era sin precedentes en el sistema judicial mexicano. Tras unas elecciones históricas en las que la ciudadanía tomó las riendas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta audaz transformación, inspirada en la reforma impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y reafirmada bajo la actual administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum, abandona los métodos tradicionales de designación para tomar un modelo de elección popular que rompe con el pasado.
La nueva conformación del máximo tribunal es un claro reflejo del cambio, porque cinco mujeres y cuatro hombres integran esta renovada corte. Entre ellos, destaca la figura de Hugo Aguilar Ortiz, un abogado indígena originario de Oaxaca, quien se perfila como el próximo presidente de la Corte. Con una sólida trayectoria en la defensa de los derechos de los pueblos originarios, Aguilar Ortiz simboliza la esperanza de una justicia más inclusiva y en sintonía con las necesidades de la gente.
A su lado, figuras como Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz, María Estela Ríos González, Sara Irene Herrerías Guerra, Giovanni Figueroa, Irving Espinosa y Arístides Guerrero han forjado su camino gracias a un amplio respaldo popular, reflejando la confianza de un electorado ávido de renovación.
Es importante que exploraremos cómo se consolidarán estos nuevos caminos y qué mejoras se puedan implementar tras esta primer experiencia, para abrir la puerta a un debate enriquecedor sobre el rol de la ciudadanía en la redefinición de los poderes del Estado, un tema que sin duda seguirá dando de qué hablar en los próximos meses.