Si formas parte de la conversación mediática sobre cine en redes sociales, seguramente has escuchado, visto o leído alguna de las muchas opiniones controversiales sobre Emilia Pérez, la película del director francés Jacques Audiard. Este filme ha sido reconocido internacionalmente, ganando el Premio del Jurado en Cannes y el Globo de Oro a Mejor Película de Comedia o Musical. Su elenco, conformado por Karla Sofía Gascón, Zoe Saldaña y Selena Gomez, ha recibido elogios en los círculos de premios extranjeros, pero en México se ha convertido en el blanco de fuertes críticas.
¿De qué trata?
Emilia Pérez narra la historia de Rita, una abogada mexicana contratada por el narcotraficante «El Manitas» para reclutar información y diseñar un plan que le permita transicionar, cambiar de sexo y rehacer su vida bajo la identidad de Emilia Pérez.
¿Cuál es la polémica?
México ha sido históricamente una fuente de inspiración para contar historias, grabar escenas memorables o incorporar aspectos culturales en películas extranjeras, como Coco (2017) o el desfile del Día de Muertos en 007: Spectre (2015). Aunque estas representaciones suelen estar llenas de estereotipos -filtros sepia, botas, sombreros y bigotes-, rara vez han tenido un impacto negativo directo sobre el país.
Sin embargo, la llegada de Emilia Pérez a cines mexicanos y su proyección en el Festival Internacional de Cine de Morelia sorprendió a muchos espectadores, quienes se encontraron con una representación que muchos consideran insensible. La película transforma algunos de los problemas más graves de México -el narcotráfico y las desapariciones forzadas- en el contexto de un musical. Esto ha sido percibido como una trivialización de temas que afectan a miles de familias, presentándolos como un escenario «ficticio» que carece de empatía. La adición de secuencias musicales en un contexto tan doloroso ha generado indignación, al parecer que el director ve a México como un simple telón de fondo exótico.
A esto se suma la ausencia de talento mexicano, lo cual fue justificado por la directora de casting al afirmar que «no encontraron» actores mexicanos adecuados. Además, aunque la película cuenta con producción mexicana, no fue rodada en el país, reforzando la sensación de desconexión cultural.
Una visión extranjera de México
Ver Emilia Pérez es enfrentarse a una visión extranjera y estereotipada de México. Si bien algunos espectadores podrían interpretarla como una ficción inofensiva, otros la ven como una obra que no realizó la investigación necesaria sobre los temas que intenta abordar. El guion incluye diálogos que parecen traducciones directas del francés al español, lo que afecta las actuaciones, particularmente de Selena Gomez (quien habla español en la película) y Karla Sofía Gascón.
Reacciones
La polémica ha generado numerosas críticas en redes sociales y ha provocado comentarios de figuras públicas como Eugenio Derbez, quien señaló errores en los acentos y la representación del país. Este descontento colectivo convirtió a Emilia Pérez en un blanco de memes y ataques virtuales.
Curiosamente, mientras en México la película ha sido motivo de rechazo, en el extranjero se ha elogiado por su originalidad. Algunos incluso consideran que podría ser una fuerte contendiente en la próxima entrega de los Premios Óscar.
Opinión personal
Aun dejando de lado la falta de una buena representación de México, Emilia Pérez no me parece ni novedosa ni única. Es una película plagada de errores, desde su edición hasta la manera en que se desarrolla la historia. Aunque tiene ideas interesantes y momentos visualmente atractivos en sus secuencias musicales, ninguna propuesta se concreta de forma efectiva. En mi opinión, su problema más grande no es la mala representación de México, sino su incapacidad para construir una narrativa sólida.
Si aún no has tenido la oportunidad de verla y quieres entender el revuelo que ha causado, Emilia Pérez llegará a los cines comerciales en México el próximo 24 de enero.
