MÉXICO Y EL DESAFÍO DE 2026: ¿LA TERCERA ES LA VENCIDA?

Por Darinka Talavera

DARLE TIEMPO AL TIEMPO 

Tendrás que hacer más de lo que hoy se puede contar
para pertenecer a la lista de grandes figuras del fútbol,
esas que perduran hasta la eternidad
y ocupan un lugar sagrado en los corazones de la hinchada.

El 11 de junio del 2026 llegará más pronto de lo que podamos imaginar, fecha en las que la afición no se apartará de cada partido, cada jugada y de cada declaración con el sueño de ver a México dando su mejor mundial en la historia, siendo nuevamente anfitriones.

Me atrevo a decir tanto en tan poco tiempo (el mejor mundial en la historia, con menos años desde que Aguirre tomó el proyecto para la justa), pero hay bastantes argumentos para pensarlo; los recuerdos de los mejores mundiales de México se han dado en tierras Aztecas. Prueba de ello, haber alcanzado los cuartos de final en 1970 y 1986, la ironía de encontrar en nuestros mejores resultados, la peor de nuestras maldiciones, el famoso quinto partido. 

EL SUEÑO DE UNA GRAN SELECCIÓN QUE SE BORRÓ SIN PREVIO AVISO 

El mundial de 2022 marcó un antes y un después en la hinchada Azteca. Una traición consumada que terminó con el sueño de una gran selección; un sueño que se borró sin previo aviso, porque los primeros dos años del proceso del argentino, Gerardo “El Tata” Martino, parecían que nos encarrilaban al soñado mundial, o al menos, a una aspiración de ese tamaño. Sus números lo respaldaban: recuerdo las 19 victorias en 22 partidos, que anunciaba en las noticias. Pero una pista que no vimos fue la del 11 de septiembre de 2019, cuando Martino perdió su primer partido al frente de la selección mexicana ante su natal Argentina, que terminó por golear 4-0 a los aztecas. Tenía 11 partidos sin perder desde que había tomado poder del banquillo.

El declive. Una muerte no anunciada. De México se fue cargando con el recelo de un país ante las acusaciones de “regalar el juego” ante Argentina en el Mundial de Qatar, patria suya que más tarde se convirtió en campeona del mundo. Dejó números de 66 partidos dirigidos, 42 victorias, 12 empates y 12 derrotas. 

Para entender mejor, perdió tres veces consecutivas ante Estados Unidos, el acérrimo rival, y llevó a México a su peor participación en un mundial desde Argentina 78, al ser eliminados en fase de grupos.

Los lujos de Miami, ser director técnico de un equipo que puede gastar cualquier cantidad de dinero para convertirlo en el centro de atención en la liga de Estados Unidos con Messi y sus amigos en sus filas, todo eso hace que la pena desaparezca rápido, o tal vez nunca existió.

LA ACTUALIDAD 

Tres directores técnicos en menos de dos años dan cuenta de la desesperación, del hambre de resultados; también, de las decisiones de fondo, formación, internacionalización, dirección y demás, no han sido las más correctas. Hoy, con Javier “El Vasco” Aguirre, un técnico que está por tercera ocasión al frente de México, parece una buena apuesta. Un técnico reconocido en Europa con frutos en España; un técnico que había sido un bombero para México, pero que hoy tiene más tiempo que las ocasiones anteriores y con eso le puede bastar. En su primera gestión con el TRI en 2001, tuvo poco menos de un año para presentarse al mundial. El “Vasco” llegó para reemplazar a Enrique Meza y el objetivo era el de dirigir a la selección en la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002 alcanzando el cuarto partido. 

La segunda vez fue en 2010, cuando Aguirre llegó para reemplazar al sueco Sven-Göran Eriksson (EPD) con casi un año para preparase, también logró llegar al cuarto partido. 

Si creemos en maldiciones, también creemos en dichos, “la tercera es la vencida”. Año 2024, son con casi dos años de preparación para que Aguirre le haga frente a su selección, a la Copa del Mundo de 2026.

LAS GRANDES DUDAS

Con apenas 4 juegos disputados, la selección de Aguirre y Rafa Márquez no conoce la derrota. Con el tri debutó con 3-0 frente a Nueva Zelanda; luego empate 0-0 contra Canadá; posteriormente, el empate 2-2 en Puebla frente al Valencia; y lo más reciente, una victoria que le vino muy bien a México en su récord frente a Estados Unidos con victoria 2-0. 

Independientemente de lo que presentó Estados Unidos, México lució aguerrido, fuerte, ordenado, pero aún con dudas en cuanto al once ideal. 

En la portería, Malagón, Tala Rangel, Alex Padilla, en su momento, y el regreso del experimentado Guillermo Ochoa, que parecía borrado de la selección, y ahora parece estar cerca de asistir a su sexto mundial. El mensaje podría ser el de mantener a alguien de experiencia y liderazgo en las filas de esta selección, que busca una identidad en medio del cambio generacional.  

En la posición de centro delantero, me atrevería a decir que hay lesiones que arreglan alineaciones, aunque una lesión no se le desea a nadie, pero con Henry Martín y Santiago Giménez lesionados, sin continuidad en selección y sin gol, fue Raúl Jiménez el que nos sorprendió con su mejor partido desde su lamentable lesión. Parecía que el mundial 2022 sería lo último que veríamos del Lobo de Tepeji del Río en el Tri, hoy con el nivel mostrado es el mejor futbolista mexicano. Siguiendo con la delantera, Guillermo Martínez tiene condiciones físicas que puede ayudar a resolver un partido, pero pocos argumentos futbolísticos; Germán Berterame, aún no ha mostrado nada. 

CADA PARTIDO SE CONVIERTE EN UNA PRUEBA

Con un historial de bajos resultados, hartazgo y desencanto de la afición, cada partido para el Vasco Aguirre y compañía se convierte en una prueba. La siguiente parada son los cuartos de final de la Nations League, donde enfrentará a Honduras, tal y como sucedió en la edición del año pasado, donde México elimino a los catrachos en penales, por lo que tendrá tintes de revancha. 

¿Podemos confiar en esta selección? Yo diría que hay que “darle tiempo al tiempo”.

Fotografía del Instagram de la Selección Mexicana