Leer sin dejar de ver la tele: el punto medio de Paco Ignacio Taibo II

Por Alex Mendez

En un mundo donde las pantallas dominan nuestras vidas, parece que la lectura y la televisión son enemigos naturales. Nos han vendido la idea de que hay que elegir: o lees y eres culto, o ves televisión y desperdicias el cerebro. Sin embargo, Paco Ignacio Taibo II, escritor y promotor de la lectura, propone otra perspectiva: no se trata de abandonar la tele, sino de encontrar un punto medio.

Leer sin culpa, ver sin remordimientos

Lejos de ser un purista que desprecia la televisión, Taibo II ha dicho en múltiples ocasiones que no es necesario renunciar a las pantallas para sumergirse en los libros. Su mensaje es claro: puedes leer y también disfrutar de una buena serie o película sin que una cosa cancele la otra. La clave está en el equilibrio y la calidad de los contenidos. No se trata de ver cualquier cosa ni de leer por obligación, sino de encontrar aquello que enriquece, ya sea un libro de historia, una novela negra o incluso una serie bien escrita.

Para Taibo II, lo importante es que la lectura no se convierta en un sacrificio, sino en un placer tan cotidiano como encender la televisión después de un día de trabajo.

La televisión también cuenta historias

Si algo tienen en común la literatura y la televisión es que ambas cuentan historias. Un buen guion televisivo puede ser tan poderoso como una novela. Series como Breaking Bad, The Wire o Chernobyl poseen una profundidad narrativa digna de una gran obra literaria. El problema no es la televisión en sí, sino el consumo pasivo y sin filtro. Así como hay libros mediocres, también existen programas basura que solo buscan el entretenimiento vacío.

Taibo II nos invita a ver con criterio, a ser selectivos con lo que consumimos y a no sentir culpa si, después de leer un capítulo de un libro, decidimos relajarnos viendo una película.

El reto: recuperar la curiosidad

El verdadero problema de la televisión no es que nos impida leer, sino que, si no tenemos cuidado, nos acostumbra a la inmediatez y al mínimo esfuerzo. Leer requiere concentración, imaginación y paciencia, habilidades que las pantallas muchas veces nos arrebatan con su velocidad y bombardeo de estímulos.

La propuesta de Taibo II no es elitista ni excluyente. No dice: “Deja la televisión y ponte a leer”, sino: “Haz ambas cosas, pero elige bien”. Se trata de recuperar la curiosidad, de entender que la lectura es un placer, no un castigo, y de recordar que las historias están en todas partes: en un libro, en una serie o en una buena película.

Al final, la verdadera batalla no es entre libros y pantallas, sino entre el consumo sin sentido y el disfrute con criterio. Y ahí, el lector-televidente consciente siempre saldrá ganando.