Guerrillero, Presidente y futbolero: Mujica

Por Juan González

Después de una dura batalla contra el cáncer, el pasado 13 de mayo, a los 89 años, falleció José Alberto Mujica Cordano, expresidente de Uruguay (2010-2015). Tras el anuncio de su muerte, diversos sectores de la sociedad expresaron su aprecio, y el mundo del fútbol no fue la excepción.

Nacido en Montevideo el 20 de mayo de 1935, provenía de una familia rural. Desde muy joven se interesó por las luchas sociales, participando activamente en movimientos estudiantiles. Asimismo, fue miembro del Partido Nacional y fundador de la Unión Popular.

A mediados de los años sesenta, Mujica se unió y posteriormente lideró el Movimiento de Liberación Nacional, mejor conocido como los Tupamaros: una organización guerrillera de extrema izquierda influenciada por la Revolución Cubana. Durante su etapa en el movimiento fue apresado en cuatro ocasiones y tomado como rehén durante la dictadura militar.

Posteriormente, de la mano del Frente Amplio, se integró de manera institucional a la política, convirtiéndose en diputado, luego en senador y, finalmente, el 29 de noviembre de 2009, fue proclamado presidente.

Su gobierno se caracterizó por anteponer los derechos humanos a los intereses económicos y políticos. También abogó por la unidad de los países latinoamericanos, rechazando la hegemonía imperialista.

Durante su mandato, Uruguay avanzó en temas como la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario y la legalización de la marihuana. Estas decisiones marcaron un antes y un después para el país sudamericano.

Alejado de la clase política tradicional, su sencillez, austeridad y compromiso con la igualdad lo posicionaron como uno de los máximos referentes de la izquierda en Latinoamérica.

Mujica y el fútbol

Como diría Eduardo Galeano: “Todos los uruguayos nacemos gritando gol y por eso hay tanto ruido en las maternidades, hay un estrépito tremendo”.

Para los charrúas, el fútbol, más que un deporte, es un estilo de vida. A pesar de contar con poco más de tres millones de habitantes, Uruguay ha sido cuna de futbolistas sobresalientes a nivel internacional. Tanto la selección nacional como los clubes locales han forjado una historia llena de éxitos.

Mujica era hincha del Club Atlético Cerro, equipo modesto de Villa del Cerro, barrio popular de Montevideo donde vivió y creció. Fundado en 1922, es una de las escuadras con mayor tradición del fútbol uruguayo.

Pepe comprendía la pasión que genera el fútbol en la sociedad; no obstante, reconocía que este deporte no está exento de las dinámicas capitalistas. En múltiples ocasiones criticó los salarios excesivos, así como las desigualdades económicas y estructurales entre países.

Desde su perspectiva, el fútbol moderno ha transformado cada elemento del juego en mercancía al servicio del mercado. Sin embargo, no podía negar la magia y el sentido de pertenencia que el balompié provoca en los aficionados.

Durante su presidencia, la selección uruguaya participó en dos Copas del Mundo: Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Fue en esta última donde, tras la eliminación de “la Celeste” y un altercado entre Luis Suárez y Giorgio Chiellini, Mujica calificó a la FIFA como “una manga de viejos hijos de puta”.

Otro momento que lo vincula con el balón fue la charla que sostuvo con Diego Armando Maradona en el programa televisivo De Zurda, durante el Mundial de Brasil 2014. Ahí volvió a criticar a la FIFA, señalando su corrupción. Durante esa emisión, el ídolo argentino afirmó: “Mujica me recuerda a mi padre”.

Así es como el mundo del fútbol recuerda a un símbolo de resistencia, dignidad, igualdad y libertad. La partida de Mujica deja huella no solo en la política, sino también en quienes miramos el deporte desde una perspectiva crítica y social.

Pepe no murió: sigue vivo en la memoria colectiva de los hinchas que resisten en las tribunas y sueñan con un mundo diferente.