La solución está en manos del problema


Por Jorge Alberto Ricavar Rivera

El gobierno es un mal empresario y todo comenzó al entregar la administración de los proyectos gubernamentales a SEDENA, se dio un tiro en el pie. La economía nacional se debe analizar con indicadores macro y microeconómicos.

El nearshoring comienza a debilitarse. ¿La causa? La incertidumbre generada por la política económica, derivada de la falta de certeza jurídica en la reforma judicial.

Los inversionistas temen a comprometer capital en el actual modelo económico. Si bien se han anunciado tres grandes proyectos de inversión—Home Depot y Femsa entre ellos—estas son empresas que ya operan en México. En contraste, la inversión extranjera directa, que fue clave para sostener la economía durante la pandemia, muestra fuertes signos de debilitamiento en un contexto global complejo. 

¿Por qué funcionó la economía en la pandemia? Aprendimos que nuestros esquemas productivos deben pensarse en función de la cercanía a los mercados de consumo, lo que impulsó el fenómeno del nearshoring y la necesidad de instalarse dentro de esquemas regionales.

Pero hoy, la incertidumbre geopolítica, generada en parte por la débil estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum en la negociación con el presidente Trump y la posible imposición de tarifas más altas a las exportaciones mexicanas, fragiliza aún más la nueva dinámica geopolítica.

Hagamos cuentas del saldo real de la transformación de cuarta.

  • PEMEX reportó pérdidas de 620 mil millones de pesos.
  • El Tren Maya, cuyo costo inicial ha aumentado un 70%, ha terminado consumiendo 511 mil millones de pesos. 
  • La refinería Dos Bocas, que opera muy por debajo de su producción estimada, ha costado un 50% más de lo presupuestado originalmente, elevando su gasto a 12 mil millones de dólares.
  • Mexicana de Aviación cerró ocho de las 17 rutas que operaba y se encuentra con aviones arrendados bajo esquemas de pagos escalonados hasta el 2027. Han reportado más 932 millones de pesos en perdidas en solo nueve meses.

Hoy, el poder Judicial parece querer jugar al poder economico. Se acaba de anunciar la disputa entre el SAT y las maquiladoras sobre un supuesto “reajuste fiscal”. Estas empresas representan el 25% del PIB de México, por lo que dicho “reajuste” no es mas que otra patada de ahogado para sacar dinero de donde puedan.

La Suprema Corte de Justicia está evaluando cobrar IVA por el retiro de mercancías en aduanas, además de exigir a las maquiladoras que retengan el mismo impuesto por segunda ocasión a las empresas extranjeras que compran productos para venderlos en México. En otras palabras un doble pago de IVA.

Esta doble tributación sería por 46 mil millones de pesos, pero lo que no pueden ver los afectados por la miopía del poder o del “moche” es que afectaría la neutralidad fiscal y desincentivaría la inversion extranjera. Sin un marco jurídico estable y una nueva presión fiscal, las empresas nacionales podrían optar por salir del país.

La ministra de la Suprema Corte, Lenia Batres, no solo no indico fecha de resolución, sino que desvio el proyecto completamente. Ojo, lo grave es que califico a los maquiladores de “evasores”, un señalamiento con implicaciones penales, por lo que otros ministros le notificaron sobre su error.

En un contexto económico, una ministra de la Corte no puede emitir opiniones personales o politizadas, solo por alinearse con una ideología de un movimiento que carece de visión de planificación económica. Pero no la culparia, la desesperación se huele.

¿Por qué la desesperación?

La falta de nuevas empresas que lleguen a México por el nearshoring evidencia que el gobierno prioriza la retención del poder a través de apoyos sociales, en detrimento de la empresa privada. Parecen olvidar que 7 de cada 10 empleos en México son generados por el sector privado.

El año pasado registramos el déficit fiscal más alto en la historia de México: -5.7%. Para intentar contrarrestarlo, se redujeron las tasas de interés en 50 puntos base, con el objetivo de incentivar la inversión.

Pero el verdadero problema sigue siendo la incertidumbre. Nos guste o no, la incertidumbre tiene un costo, y ese costo es la economía. Este nuevo modelo político económico lo llamo Neo-populismo, solo le gusta gastarse el dinero de los demás, pero sin generar riqueza económica.

Ellos no se preocupan, saben que los afiliados a Morena no se van a quedar sin dinero, por ahora. El gobierno seguirá financiando programas de bienestar, mientras que el deterioro económico se hace evidente en los todos los indicadores. Falta de medicinas, la falta de infrastructura y la desaceleraciòn económica.

Este gobierno Neo-populista impulsa un modelo económico donde las nuevas empresas surgen gracias a adjudicaciones directas, pero solo si estas se alinean con la misma base ideológica. 

Esta práctica distorsiona la economía y no genera crecimiento sostenible. La libertad económica esta topada con las cadenas de la ideología política y el factor de sostener el poder de la base social, cuyó único proposito es mantenerlo. 

Pero cuando el perro es bravo, hasta a los de la casa muerde.

Los llamados “reajustes fiscales” transforman la ecuación económica de las empresas, con un impacto directo en los precios para los consumidores. El poder adquisitivo se debilita año con año: la gasolina, los alimentos y la crisis de seguridad, y la deuda sigue creciendo.

Este gobierno Neo-populista no puede dejar de gastar porque saben que el poder se les escaparía de las manos. Su unica solución a corto plazo: aumentar la deuda que hoy representa el 51.4% del PIB.

Pero la realidad nos llega a todos, y la pérdida del poder adquisitivo de las personas de baja solvencia económica es evidente. Aumentar el salario mínimo tampoco es la solución; eso solo es intentar tapar el sol con un dedo. 

La solución: recalibrar el contrato económico y financiero. Se necesita reprogramar las inversiones en conjunto con el sector empresarial regional y local. Sin embargo, Lenia Batres prefiere dejar el tema del SAT en el limbo jurídico, esperando a que lleguen los nuevos ministros “Neo-populistas” que, con toda certeza, votarán a favor del SAT.

ricavar_jorge@live.com.mx

Fotografía de X: @Defensamx