La traición de la izquierda

Por Jorge Alberto Ricavar Rivera

Hoy, el poder político ejecutivo se esconde detrás de narrativas ideológicas tibias, haciendo maromas que el Cirque du Solei envidiaría. Sin embargo, las grietas comienzan a notarse. Este fenómeno se llama Soft Power: un poder narcisista que no transforma, solo busca el control ideológico, incapaz de generar cambios reales y que, en su lugar, solo logra polarizar aún más a los mexicanos.

Hagamos una disección de la ciencia política mexicana. Este llamado “movimiento” se jacta de una elección en la que un 40% de los mexicanos se abstuvo de votar, y del 60% restante del padron electoral, un 20% les voto en contra. A pesar de ello, pretender ejercer un strong power. Pero como dicen Dime de qué presumes y te dire de qué careces”.

Este Movimiento Circense parece tener un solo talento: minimizar las tragedias de su propio pueblo. El caso de Jalisco es un claro ejemplo, culpando a gobiernos pasados, sin comprender las graves consecuencias de un tejido social cada vez más frágil y roto.

¿Por qué llamarlo soft power? Porque nada más no aprieta cuando debe hacerlo. El ejemplo claro fue la reforma contra el nepotismo, promovida por la Presidenta Claudia, quien afirmó repetidas ocasiones quererla… ¿y cómo no quererla, si el poder no está realmente en sus manos? Su objetivo no era erradicar el nepotismo, era quitar a los achichincles del pasado gobierno para poder colocar a los suyos.

Pero esta autodenominada “izquierda” se quedó encuclillado y de rodillas frente a un partido bisagra: el Partido Verde. Este golpe de realidad demuestra que el supuesto Strong power del gobierno es una ilusión, y que su única respuesta ante la debilidad es justificarlo con narrativas de “equidad”. 

Por Dios, ni siquiera la presidenta puede implementar una reforma anti-nepotismo.

Días después, surge el video de Ricardo Monreal, coordinador de Morena, hablando de la negociacion con el PAN para vetar a los hijos del expresidente López de una contienda electoral. 

Bien decía Maquiavelo: “los primeros en traicionarte eran los mas cercanos a ti.” ¿Esto es una verdadera izquierda?

Cuidado con las grietas de una política laxa, que basa su operación en “ciu bono” (¿me beneficia?) Se les dificulta pensar, les resulta incómodo el análisis profundo. Sin poder ver más allá de una propuesta superficial de ganancias propias o intereses.

No existe ninguna revolución ideològica, ni discusiones eficaces, ni una vision de Estado. Este soft powerno tiene ni puede tener ningun compromiso alguno. Sin reforma anti-nepotismo, ni operatividad ni dinamismo para hacerlo. Solo nos dejan un país estancado, sostenido por la necesidad económica de la gente, llamada “el hambre”.

Pero claro, ¿a quién no le va a gustar el dinero? Vivimos bajo una lógica una sociedad conformista, que no exige mucho, ni mas allá de algunos intereses generalizados. Lo preocupante es que parece que al mexicano, con unos cuantos pesos, se le olvidó que la política debería de tener límites.

Mucho menos ante una unanimidad impuesta, que solo empobrece nuestra realidad política y sigue destruyendo nuestro tejido social.

ricavar_jorge@live.com.mx